lunes, 13 de enero de 2014



EL VIAJE
Esperar tu llegada, a media tarde,
es cien veces más hermoso
que verte llegar al caer la noche.
Mi cuerpo se revuelve sin ti.
y parece que te escriba salmos entre las sábanas.
Y antes de que llegues 
debo olvidarlo y sacudir el tiempo
en que no te tuve
y creerme que no ha existido.
Abro los balcones para que entre el viento
para que el frío queme mis recuerdos
y al llegar no me encuentres tan llena de ti.
Luego salgo y apoyada en la baranda
enciendo un cigarro,
y me lo fumo para el mundo
delante de él, y así recuerdo que ahí está,
que antes de ti, también estuvo,
que si algún día decidieras no llegar
ahí estará, el mundo.
Y hago un supremo esfuerzo
fervientemente recordando
que a pesar de ti, el mundo está.
Y así fumo.
Y así te espero.
Y así cojo frío.
Y así ese hombre de ahí abajo...
Para ti escojo el vestido
que más te duela quitarme,
y debajo quedo desnuda
para que lo olvides pronto.
Y delante del espejo bailo
como nunca antes he bailado
redescubriendo ante él mi cuerpo
como si lo hiciera ante tus ojos.
Y ensayo una sonrisa,
una que nunca antes has visto,
una que de tan bella, nada diga.
Y es entonces, cuando tan entimismada estoy,
cuando té me sorprendes,
apareciendo silencioso y caminando despacio
como quién camina hacia sí mismo.
Y te quedas quieto,
tan inmóvil al borde de mi cuerpo.
Paciente, espero, solazándome con ese instante,
que es para ti más hermoso que tocarme,
cuando llevas al límite tu magna concupiscencia.
Y me sientes antes de tocarme.
Y me escuchas antes de tocarme.
Y me hueles antes de tocarme.
Y en imperceptible distancia
mantienes tan lejano tu cuerpo del mío.
Y así sigues enfureciendo el ansia antes de tocarme.
Y así sigues corrompiendo el deseo antes de tocarme.
Y así sigues hasta que mirarme de tan cruel se torna un suplicio
Y tu alma de rodillas cae gritándote: "¡Su piel o la vida!"
Y no es, ni será jamás,
otro instante sino ése,
en el que temblorosa, delicadamente
te atreves a quebrantar la rosa 
que para ti se ha abierto esta noche.
Y tu boca encuentra al fin mi piel
pero no sé dónde,
yo nunca sabré dónde.
Es sólo media tarde
yo sólo nos miro al espejo.

Vesper

1 comentario:

  1. "que antes de ti, también estuvo,
    que si algún día decidieras no llegar,
    ahí estará, el mundo."

    Justo eso.
    Me ha encantado el poema, el viaje, pero sobre todo la espera, esa espera, ese olvidarse y sacudirse los recuerdos, los anhelos y el deseo, ese tratar de no mostrar las cartas aún cuando se sepa de antemano cuál va a ser la jugada.
    Precioso, en serio.

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